Se viene clásico y para mi, de los buenos, si no de los mejores.
Este es el tercer álbum de Metallica, de cuando eran Metallica, no una banda que pasó de inventar el género thrash a lo que se suele conocer como electropop, con todos mis respetos a quienes amen ese género, que me consta que los hay.
Master of Puppets supera para mi creterio a Ride The Lighining, el cual es otro pedazo de álbum, pero este entre otras cosas, marcó una época de mi vida y siempre que lo escucho, me voy a esos años, cuando tenia casi 9 años, que me lo grabaron en cinta casette y por fin a los 19 me lo pude comprar en CD, por que ya trabajaba.
En este álbum, para mi, destacar como sobre saliente la batería, y es que para mi el heavy en general, me gusta donde hay un buen batería y es por todos sabido, que Lars es de los mejores, pero en este disco los 8 minutos y medio de Orion, son para quedarse absorto y junto a un buen whisky, disfrutar de ese momento., por no decir de la contundencia del tema que le da nombre al mismo álbum, cuyo comienzo ya advierte de una buena tralla.
Igualmente ocurre con los riffs de guitarra, que en este álbum son verdaderamente vertiginosos.
El primer tema " Batery ", ocurre lo mismo, contundencia de batería y riffs.
El significado de este trabajo, es verdaderamente una denuncia a la drogadicción, un gran problema en las sociedades occidentales, de como las droga acaban controlando a quienes las consumen.
Las drogas son el amo que controla a las marionetas.
Nada nuevo como novedad musical, pero si un gran recuerdo.
